La mecánica es conocida: a imagen del vuelo a vela tripulado, el velero es puesto a la altura necesaria por medio de un avión a motor que lo remolca. Una vez alcanzada esta altura, el velero se suelta del remolcador y ambos comienzan su vuelo de forma independiente: el remolcador aterriza y el velero comienza su vuelo sin ayuda de ningún medio mecánico, apoyándose en corrientes térmicas y por puros principios de física y aerodinámica.
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| Remolcador y velero en plena maniobra de despegue. Pista de Cerceda. Foto: Marcos Martínez |
Esta particular forma de poner el velero en altura, tiene el atractivo de constar de una fase en la que la comunicación entre ambos pilotos es fundamental y enriquecedora, y de otra en la que cada uno, en su vuelo individual ha de sacar lo mejor de sí mismo para por una parte, aterrizar rápida y perfectamente, casi siempre para enganchar de nuevo y subir a otro velero, y por la otra, mantener en el aire la mayor cantidad de tiempo posible un aparato que, a fin de cuentas es más pesado que el aire y vuela como hemos dicho por pura física.
Aparte de disciplinas competitivas que se están tratando de poner en marcha, es tradicional en este Club fomentar el lado más lúdico y y relajado del vuelo a vela remolcado. Para ello organizaremos encuentros abiertos en los que más que la competición prima el disfrute de una jornada de vuelo, del encuentro con amigos, de un ambiente relajado y en suma de disfrutar del fantástico campo de vuelo que estamos preparando.
VÍDEOS
TVSA Aerotow, UK, 2011
Banne d'Ordanche 2012, veleros retro.
SKSS Aerotow USA, 2012
Eauze 2012
